¿Es la Inclusion una solución o un problema?

Muchos maestros en este tiempo ven la inclusión escolar como un gran problema; en el aula ellos no saben como lidiar con los alumnos que tienen distintos ritmos para aprender y el problema se acrecienta cuando se tienen alumnos en los cuales no se tiene las mismas expectativas de desarrollo, muchos se preguntan:

¿Que podemos esperar de un niño sordo? o ¿ciego? o ¿de un alumno con discapacidad mental?, ¿Valdrá la pena el esfuerzo de diversificar el currículo? ¿Estará bien atenderlo en el aula sacrificando el avance de los demás alumnos?

Para aclarar estos cuestionamientos primero debemos aclarar el motivo de la inclusión, existen dos principales motivos sobre los cuales nos enfocaremos primero:

1. La falta de capacidad de la educación especial privada y estatal para cubrir con la demanda de los niños que sufren discapacidad.

Según CEEDIS de 57. 816 colegios existentes en el país solo 862 centros educativos atienden a niños con discapacidad de los cuales el 92% está en zonas urbanas y solo el 8% en zonas rurales. El informe de la Defensoría del Pueblo “Situación de la educación Especial en el Perú: Hacia una Educación de Calidad” (2001), señala que el 28,2% de los profesores de los colegios especiales no ha recibido capacitación para atender personas con discapacidad, y que solo el 38% de los colegios cuenta con Terapista de lenguaje, el 37% con terapia física, el 33% con estimulación temprana y el 17% con psicología.

No es solo esto sino también el Censo Nacional de 1993, el 41,1% de los mayores de 15 años con discapacidad, no sabían leer ni escribir y solo el 24, 4% había superado la educación primaria. Estas cifras no son referidas a la discapacidad que les pudiera impedir estos conocimientos o superar estos grados de instrucción, sino a la falta de técnicas y estrategias adecuadas para promover la adquisición de conocimientos, destrezas y habilidades. Según el ministerio de Educación en el 2002 solo el 1.1% de discapacitados asistían a la escuela y el 98.9% no asistía a ninguna escuela

2. Acabar con la cultura discriminatoria, ya que la ciudad y la escuela han estado adecuadas para que por ella transiten las personas “normales”, excluyendo a otras personas que tienen igualdad de derechos.

Existe una cultura discriminatoria, la ciudad ha estado adecuada para que por ella transiten las personas “normales” al igual la escuela regular está diseñada para que allí estudien personas que no sufren de ninguna discapacidad, no hemos estado pensando en la diversidad de personas que necesitan ser atendidas por el sistema educativo, sin embargo en la constitución dice que todos tenemos derecho a la educación y la nueva Ley 27050 se establece el derecho de toda niño y niña y adolescente con discapacidad a ser admitidos en los colegios de educación regular.

La inclusión se basa en la mejora de las escuelas. No es sólo propiciar la incorporación de un grupo relativamente pequeño de alumnos y alumnas discapacitados en escuelas ordinarias, es el enfoque que posibilitaría la transformación del propio sistema.

Hace años se discute de las ventajas y desventajas de la integración escolar de los niños con dificultades en su proceso de aprendizaje.

Si pensamos en la integración, deberíamos detenernos en lo que produce el concepto de cultura de la integración; básicamente este concepto parte de un valor social que implica el derecho a ser diferente. Ahora qué se entiende por diferente, o hasta dónde estamos dispuestos a aceptar las diferencias, y de qué tipo de diferencia hablamos.

Principalmente esta diversidad de pensamiento implica aceptar las particularidades de cada uno, específicamente en nuestro trabajo, aceptar a cada alumno como un sujeto único con su peculiar modo de aprender. En el aula se acepta esta postura, en quehacer diario del docente existen situaciones donde la consigna es "uniformizar" a los alumnos y sus particularidades, con el fin de concluir un el semestre acádemico, terminar de evaluarlos, etc.