lunes, 30 de enero de 2017

Características del desarrollo del niño

Es de nuestro particular interés el desarrollo verbal, el desarrollo de la lectoescritura, el desarrollo emocional y de las llamadas funciones ejecutivas para entender el desarrollo del niños, en otra entrada estaremos conversando sobre el desarollo neuromotor.

a) Desarrollo verbal





- Etapa pre verbal, se extiende desde el nacimiento hasta el inicio del lenguaje, llanto, balbuceó, lenguaje interno. Esta adquisición del lenguaje se inicia en el reconocimiento de los sonidos e imitación de los movimientos, y depende principalmente del desarrollo del cerebro para tales competencias, el lenguaje es innato en el desarrollo del ser humano, es natural siempre y cuando el niño este expuesto al lenguaje y posea las características biológicas para descodificarlo y  producirlos (aparato sensorial adecuado para percibir la entrada del lenguaje, tener un cerebro que pueda descubrir y pueda aprender la estructura subyacente del lenguaje y un aparato articulatorio que pueda programarse para producir los sonidos del habla).

Características biológicas del lenguaje





- Etapa Verbal, inicia generalmente entre dos a tres años de edad, con la explosión del lenguaje en la cual el niño adquiere más de 1500 palabras, hasta los 12 años donde adquiere su repertorio lingüístico.

Cuando estos no se logran en los periodos concretos o si es que el no existe un lenguaje inteligible a los tres años, podemos decir que existe un trastorno del lenguaje. 


b) La lectoescritura. 


La lectoescritura utiliza el lenguaje como sistema de signos, no es innata, sino que debe aprenderse a través de distintos procesos, se  aprende a reconocer y a vocalizar (lectura) y a graficar (escritura) cada uno de los signos lingüísticos. De esta forma el estudiante los usa para leer y construir textos. Este aprendizaje se logra automatizar en los circuitos cerebrales.

La lectoescritura es importantísima de adquirir, ya que vivimos en una sociedad simbólica lingüísticamente, que usa un código lingüístico.

La lectoescritura está programada en el sistema educativo para que el niño la adquiera a los seis o siete años. Para que los niños puedan adquirir estas capacidades primero deben entender que existe una correlación entre el sonido y los signos lingüísticos, a esto se le llama principio alfabético, cuando  los niños aprenden que las palabras tienen partes (letras, silabas) y que estas se pueden graficar, adquieren lo que se llama conciencia fonológica. Es decir el niño o niña aprende la lectoescritura por asociación. 






Cuando nos volvemos lectores más expertos es porque hemos podido lograr una especialización en la integración de ideas, un lenguaje simbólico, una memoria entrenada en reconocer y asociar palabras. Cuando nos volvemos expertos en la escritura es porque podemos planificar y organizar el lenguaje, memoria, percepción y sobretodo un desarrollo preciso de ejecuciones motoras finas.  





c) Desarrollo emocional.




Desde el desarrollo fetal escuchamos sonidos y podemos reconocer patrones del habla que se vuelven motrices al nacer, identificamos emociones en los sonidos de nuestra madre y nos ejercitamos en ellas. Hemos aprendido en nuestra vida a reaccionar de manera concreta ante ciertas circunstancias o estímulos, estos muchas veces nos dominan, esto se llama memoria emocional.

La memoria emocional son redes neuronales que se vuelven patrones de respuesta ante los estímulos externos o internos, y se traducen en los comportamientos y las redes de respuesta ante circunstancias similares.

Desde la infancia que está marcada por la inmadurez en las zonas prefrontales del cerebro las emociones nos dominan y los estímulos externos nos ayudan a moldear nuestra memoria emotiva. Las emociones autoconscientes aparecen por primera vez a los 18 meses (durante la explosión del lenguaje) y es en este tiempo cuando el sentido de uno mismo surge (el yo). Entre los 18 y 24 meses, se puede ver a los niños sintiéndose avergonzados y azorados cuando bajan los ojos, inclinan la cabeza y esconden la cara con la mano. El orgullo (dignidad de sí mismo), la envidia y la culpabilidad están presentes a los tres años.

En la entrada a la pubertad (10-12 años)  se da una nueva modificación de la masa cerebral que concluye en el periodo de juventud antes de los 22 años. Estos periodos son muy necesarios para fijar redes permanentes, crear la personalidad y la falla de su programación determinan muchas de las enfermedades psíquicas o trastornos del comportamiento.

Se sabe por estudios de neuroimagen que las zonas prefrontales responsables del control de las emociones, terminan de madurar al final de la juventud, entre los 22 años. Es decir que antes de eso los patrones de control de las emociones no tienen un filtro muy estable. Por lo tanto se deberían mantener otro tipo de filtros externos para la regulación emocional. 

La regulación emocional: La gestión de las emociones empieza desde el vientre materno y es decisiva en la primera infancia donde se desarrolla la personalidad del niño o niña. Por tal motivo es indispensable que los padres tengan competencias para desarrollar la autorregulación en sus hijos.

Competencias de regulación emocional que deben desarrollar los padres:





a.    Los padres deben ser sostén emocional de sus hijos, deben proveer afecto y ser un referente de estabilidad, el comportamiento de los padres debe ser previsible en la cotidianidad. El afecto le permite al niño construir una relación de apego seguro. El contacto físico y emocional (acunar, hablar, abrazar, tranquilizar) permite al niño establecer las respuestas a su emotividad en situaciones de necesidad e ir aprendiendo a regular por sí mismo sus emociones (memoria emotiva). La necesidad de ser sostenido emocionalmente por otro y la búsqueda con interés de la relación humana son rasgos básicos de la salud mental.


b.  Fijar límites en los comportamientos o acciones, con el objetivo que puedan controlar sus emociones esto no implica que ellos se sientan dañados o presionados, sino que sepan que las acciones que hacen no siempre son agradables a todos, además que en muchas ocasiones le ayudaran a preservar su integridad mental y física. Poner límites claros y dar explicaciones sencillas es un buen punto de partida. Cuando la madurez emocional vaya en aumento será necesario entrenar al niño en la empatía y en el control de sus acciones.

c.  Enseñarles a manejar la frustración y la tolerancia, los niños deben aprender a manejar sus emociones y su tolerancia hacia las diferencias entre personas y a las dificultades, problemas que se presenten. Por ejemplo cuando él o ella no realizar por sus propios medios una acción o se les da una prohibición  tienden a llorar, tirar cosas o enojarse de alguna manera; se les debe enseñar que la forma de reaccionar no es la correcta y animarles a expresarse verbalmente. Mal  hacemos como padres en ser complacientes con nuestros hijos o tratar de suplir todos sus requerimientos en el momento que se nos lo solicita. Hay que diferenciar entre necesidad y deseo. Los deseos pueden esperar.



d. Enseñarles a empatizar con los demás, los niños deben ser entrenados  a implicarse empáticamente con los demás, es decir que ellos deben aprender a identificar las emociones, clasificarlas y describir  sus posibles causas, en las actitudes de sus congéneres y de las personas adultas. Además también se debe enseñar a analizar, criticar y discriminar las normas sociales y los comportamientos.



e.  Controlar el comportamiento agresivo, los niños pequeños suelen pelar entre ellos o atacar a sus cuidadores o familiares cercanos, hay que evitar las situaciones de agresión retirándolos en un primer momento de la escena antes que cometan el acto, explicarles que no debe golpear o pegar a otras personas. Si es necesario también se debe evitar situaciones que sabemos que pueden generar comportamientos agresivos o los llamados berrinches. Se deben tomar medidas preventivas ante situaciones de peligro o agresión. Mientras más edad tengan lo niños han debido desarrollar estrategias de control emocional con reguladores internos o externos. Los reguladores externos son instrucciones, enseñanzas sobre consecuencias a nuestros comportamientos, desaprobación social, etc.



f.   Brindar espacios de desgaste de energía para que haya un desfogue. Estas actividades pueden ser de desarrollo motor grueso. Otras actividades pueden ser trabajar con plastilina, martillar, o juegos muy activos sobretodo en niños pequeños (primera infancia).



g.    Aplicar disciplina correctiva que implique al niño conocer las consecuencias de  sus acciones, se debe enseñar que los comportamientos tienen consecuencias y explicarlas, la corrección debe tener relación con la edad del niño y su nivel de compresión.



h.  Enseñarles capacidades de negociación ante conflictos, se debe promover la resolución de conflictos entre congéneres, se debe enseñar a prevenir y prever conflictos, comunicarse adecuadamente y con respeto, a negociar la paz, considerando la perspectiva y los sentimientos del otro. La mediación se dará sólo cuando no puedan resolver solos los conflictos y estará fundamentada en hallar juntos las soluciones al problema, no a resolverlos por ellos.



i.  Buscar ayuda, aprender a depender de otros. Es importante que los niños y adolescentes puedan identificar sus necesidades de apoyo y asistencia, identificando las personas apropiadas para ello, primero sus padres o un adulto confiable. Los apoyos externos son importantes en la vida y nos brindan bienestar al sentirnos comprendidos e incluidos en su círculo social seguro.



j.  Desarrollar actitudes positivas ante la adversidad. También llamada resilencia, es la capacidad de sobreponerse al dolor emocional o a una circunstancia devastadora e incluso encontrar beneficios de ello. Investigaciones sociales han estudiado a las personas con alta resilencia y han encontrado algunas características en común, entre ellas: confianza en sí mismo, círculo familiar y/o de amigos estables o fuertes, están orientados al logro o a metas a largo plazo, tolerancia a la frustración, aceptan que el cambio es parte de la vida, tienen esperanza en el futuro.



d) Desarrollo de las funciones ejecutivas:


Las funciones ejecutivas son:



- La memoria de trabajo, tiene que ver con mantener información en la mente y usarla para hacer conexiones entre ideas, cálculos mentales, y establecer prioridades.




- El control atencional, es resistirse para hacer lo correcto, control del impulso, concentración en el trabajo. 

- El control inhibitorio, es la capacidad del ser humano para inhibir o controlar las respuestas impulsivas (o automáticas) y generar respuestas mediatizadas por la atención y el razonamiento.



- La planificación, es el proceso por el cual se obtiene una visión del futuro, en donde es posible determinar y lograr los objetivos  en una ubicación espacio-tiempo y mediante la concretización de acciones en secuencia.






- La flexibilidad cognitiva, es la capacidad de pensar creativamente y a adaptarse cuando cambian las tareas o bien formas distintas de realizar una tarea.





El desarrollo de las funciones ejecutivas está relacionado con un mayor rendimiento académico y con un mejor comportamiento social, es decir una adaptación correcta del sujeto al ambiente, sin conductas repetitivas o automáticas. En cambio la falta de su desarrollo está asociada a trastornos psicopatológicos y de la conducta en la niñez, así como en la adultez.

Estas funciones ejecutivas están relacionadas con la maduración de los lóbulos frontales, es decir que su desarrollo en la primera infancia es imprescindible ya que en estas etapas de desarrollo temprano fijamos las redes neuronales que perdurarán a las podas y alcanzan su mayor estadio, estas se afianzan en la adolescencia hasta la segunda década de vida que es cuando el cerebro del joven ha podido completar la maduración cerebral. 

Identificamos problemas en las funciones ejecutivas cuando los niños poseen:

  • Comportamientos sociales inadecuados.
  • Conductas agresivas para resolver conflictos.
  • Falta de interés social.
  • Falta de capacidad de inhibir comportamientos que pudieran ser riesgosos o inapropiados para su edad.
  • Dificultades en el seguimiento de instrucciones.
  • Comportamientos compulsivos o repetitivos.
  • Inflexibilidad de pensamiento. 


Estos cuatro aspectos del desarrollo del niño no son los únicos pero nos son útiles para comprender como sucede la maduración en los aspectos sociales, emocionales y cognitivos de manera relevante. 

Esto nos servirá para estimular a los niños que tengan dificultades en su desarrollo y a estar alertas, quiero que por favor siempre piensen en sus alumnos como personas que Dios ha creado y que Ustedes pueden ser de bendición para ellos, por lo cual la utilidad de este estudio del desarrollo no es para etiquetar y clasificar a los niños más aptos para la clase de E. D. o para valorar a unos sobre otros sino que sea para poder servir a nuestros niños y trabajar más arduamente cuando encontremos dificultades en nuestro trabajo en el aula.


Ver video: Desarrollo Infantil – Dr. Antonio Rizzoli Córdoba  
https://www.youtube.com/watch?v=xDRDLWmVzGI 





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